Un idioma no se aprende en un día, ni en un mes, ni memorizando 1.000 palabras. Hay que emplear tiempo, trabajo y sobre todo mucho empeño, pero el lograrlo te cambia la vida.
Todo lo que hacemos en Idiomas Galilea Formación proviene de nuestra profunda convicción de que el aprender una lengua extranjera es una de las inversiones más gratificantes que se puede hacer en la vida.